¿7 Diferencias entre un piso compartido y un coliving?


¿7 Diferencias entre un piso compartido y un coliving?

Es posible que durante los últimos días hayas presenciado un nuevo debate en Internet: ¿vivir en un co-living es lo mismo que alquilar una habitación en un piso compartido? El co-living, como aquel que dice, acaba de aterrizar en España y aún es un término desconocido y ambiguo para muchos.

¿Llevaban razón los que se posicionaban a favor de que ambos términos hablan de lo mismo? Nos gustaría comparar la situación con un plato muy español: la paella. A cualquier valenciano, le escandaliza ver las pseudo-recetas de “arroz con cosas” que venden como paella. Que sí. Que la paella lleva arroz, pero no todo lo que lleva ese ingrediente es paella.

Ocurre lo mismo cuando analizamos la diferencia entre compartir piso y vivir en un co-living. Parten de una misma idea: una vivienda en la que se comparten zonas.

Pero no. No son exactamente lo mismo.

Cuando te vas a vivir a un co-living, no deberías encontrarte un espacio con unas condiciones parecidas a aquel piso de estudiantes en el que viviste en tu etapa universitaria.

¿Que no te engañen: cualquier piso no puede ser un co-living

¿Cómo puedes comprobar que estás verdaderamente ante un co-living? ¿Qué lo caracteriza y hace especial? Te dejamos algunas pistas.

«Sin comunidad, no hay co-living». Compartes espacio con personas afines a ti. Quienes apuestan por vivir en este modelo, buscan compartir experiencias y crear sinergias positivas con un grupo de compañeros con los mismos gustos o un mismo ritmo de vida. Este aspecto es clave, pues se fomenta mediante actividades la convivencia.

¿Cuántos meses dura el contrato de alquiler en un co-living? Las reglas del juego son muy diferentes a un piso de alquiler tradicional. Estás sujeto a un alquiler bastante más flexible, lo que te permite ir pivotando de ciudad en ciudad. Tú decides cuánto tiempo deseas quedarte en tu habitación. Sin ataduras. Sin compromisos de permanencia.

Y vivirás en un “todo incluido” al 100%, sin medias tintas. En tu mensualidad, se incluyen todos los suministros (agua, luz, gas, Internet), además de la limpieza de zonas comunes y otras comodidades como la suscripción a Netflix que incluimos en Nordik Coliving. Desde el primer día, sabrás cuánto dinero debes destinar a tu vivienda.

¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos tipos de vivienda?

1. La decoración y el tamaño de una habitación de co-living marca la diferencia.

Si te alojas en una habitación de un co-living, vas a encontrarte un dormitorio amplio y holgado, donde puedas trabajar y descansar. El mobiliario desactualizado de un piso compartido tradicional aquí no tiene cabida. Se apuesta por decoración moderna y funcional que aproveche cada rincón.

Por ejemplo, en Nordik Coliving hemos apostado por un mobiliario de estilo minimalista y pragmático. Apto para todo tipo de gustos, y para todo tipo de inquilinos.

2. Nada te da más tranquilidad que saber con antelación tus gastos. Por mucho que intentemos prever el futuro y ahorrar, es muy complicado adivinar a cuánto ascenderán las facturas de la luz o el agua. En cambio, en un co-living, no te vas a llevar ninguna sorpresa: la renta incluye unos gastos fijos. Siempre la misma cuota.

3. Permanencia de 3 o 6 meses vs. alquiler flexible desde un mes. Tú más que nadie lo sabes: la vida da muchas vueltas. Tu trabajo puede que te haga moverte de ciudad en ciudad, o puede que te apetezca explorar hasta dar con aquel rincón del mundo que encaja mejor contigo. El alquiler flexible casa a la perfección contigo. Tienes la opción de ir ampliando la estancia en tu co-living mes a mes. Según vaya surgiendo, y sin las estancias mínimas exigidas en otras viviendas.

4. Evita a toda costa el caos. A nadie le agrada protagonizar la clásica película de terror vivida en un piso compartido, en la que los compañeros se niegan a fregar y ves montañas de platos en la cocina sin fregar. Nos entran escalofríos de pensarlo. Contar con un servicio de limpieza semanal que asegure que baños y cocina estén impecables parece la solución a todos nuestros problemas. O en otras palabras, a ti te pega más vivir en un co-living.

5. Plug and play, o entrar y conectar. ¿De qué te estamos hablando? De una particularidad del co-living que no encontrarás en ningún piso normal. Aparece la figura de Community Builder. Será tu mayor aliado cuando entres a vivir en tu vivienda. Te guiará en tu nuevo piso y en la ciudad para que te hagas al ritmo de vida y formas de moverte por la ciudad.

6. Papeleo, u otras formas de retrasar la mudanza. Fianza, nómina, avalista. Estas palabras te persiguen cuando contactas con cualquier anuncio publicado en los portales inmobiliarios. A pesar de tener ahorros más que suficientes para vivir donde quieras, muchas viviendas “te cierran sus puertas”. Hasta que das con un co-living, y el camino se hace más fácil.

7. Mucho más por mucho menos. Lo que no son cuentas son cuentos. Coge una calculadora y suma todos los factores que caracterizan a un co-living y verás la diferencia de precio en comparación a un piso compartido.

La fórmula quedaría tal que así:

Alquiler de habitación en zona céntrica + gastos y limpieza incluidos + actividades en comunidad + packs de servicios adicionales = ahorro y tranquilidad.

Por todo esto, y por mucho más, un coliving es mucho más que un piso compartido. Es un hogar temporal en el que compartir experiencias. Se trata de la manera ideal para mudarte a un nuevo destino, conocer gente que te aporte y no prescindir de ninguna comodidad.

¿Nuestro consejo? Si eres un nómada digital o te han cambiado de destino de trabajo, abre el navegador de Google y teclea “Coliving (+ tu nueva ciudad)” y averigua todas las ventajas que te ofrece el más cercano. O no te muevas de aquí si quieres vivir en Málaga porque Nordik Coliving Centro abre sus puertas.

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